Aquí hay cinco maneras de desenchufarse:
1. Practica la atención plena. No necesariamente requerimos un descanso de la tecnología. Más bien son las constantes distracciones. Una de las mejores maneras de hacer esto es apartar un espacio en donde no hayan distracciones, dentro de ese tiempo practica la atención plena.
Enfócate en una actividad sin cambiarte a algo más. Toma una caminata o intenta escribir. Esto te permitirá estar más en contacto con quien eres.
2. Restablece tu ciclo interno. Biológicamente, la vida opera en un ritmo circadiano. Tenemos ciclos al despertar y dormir para seguir vivos. A diferencia de nuestros cuerpos, la tecnología siempre está encendida, no es cíclica.
Una desintoxicación que te permita imponer un ciclo sobre tu uso de la tecnología, mientras esté constantemente disponible, puede aislar tu interacción al quitarla por completo y poniendo un nuevo horario una vez que lo vuelvas a usar. Esto es más difícil de lo que suena, es complicado apagar tu teléfono o alejarte de tu computadora para iniciar el ritmo. Pero una vez que has sobrevivido con eso, los límites parecen más manejables.
3. Refléjate en tus metas. Tómate un tiempo para reflejarte en tus ambiciones. ¿Qué éxitos has tenido que te están llevando a tus metas? Tal vez has logrado lo que te has propuesto, pero no podrás saberlo hasta que te detengas para que mires cuántas montañas has subido para que llegaras a donde estás ahora.
4. Cambia tu horario para cambiar tu estilo de vida. Una desintoxicación de la tecnología no es un programa de prender y apagar. Es un proceso de mejoramiento completo del estilo de vida. Necesitas cuidar de tu vida, incluyendo las amistades y la salud.
La gente necesita tener periodos de actividad seguidos de un descanso cuando se desconecten y reflexionen. Acepta tu diseño: mantén el ritmo.
5. Recuerda primero tus prioridades. La tecnología nos ayuda a responder a las prioridades de otras personas, nuestras bandejas de entrada están llenas de eso. Pero es fácil olvidar tus propias prioridades cuando pasas tus días respondiendo a las necesidades de otros.
Fuente: entrepreneur.com
Autor: Kuty Shalev